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Minimalismo para desempleados



Minimalismo para desempleados
Por inspiración de mi amigo Robert Sánchez en el post El saber sí ocupa lugar
Voy a postear sobre el minimalismo al que me he visto abocado por mi situación de desempleado, filosofía de vida que me ha conquistado y que no abandonaré cuando mi situación económica cambie…
Como micro relato irónico quiero que se tome esta realidad que contaré e ilustraré con una presentación en vídeo… sobre la forma en que me desenvuelvo en estos momentos difíciles que ponen a prueba mi temple, que como las espadas, solo sabemos de su temple en combate.
Mi situación exige que comparta piso con varias personas, por lo que únicamente dispongo como vivienda privada de una habitación de 12 metros cuadrados, siendo el resto zonas comunes de las que no soy responsable de su decoración (aunque como soy militante del minimalismo influyo también).
Tengo a mi disposición una habitación vacía que debo rellenar según mis posibilidades y necesidades.
Empiezo definiendo mis necesidades básicas:
Dormir.
Actividades de organización, cultura e integración con la sociedad, distracciones y distraimientos necesarios, aficiones, alimentación e higiene personal, vestuario.
Muchas actividades y poco sitio, minimicemos y seamos productivos.
Dormir, cosa muy importante, consigo reciclado un soporte de lamas de razonable calidad al que le doto de un colchón de látex y tiro el colchón de muelles reciclado de mis vecinos, que me producía dolor de riñones…Me compro ropa de cama, incluido un edredón nórdico por su facilidad de montaje y una buena almohada de látex también, con lo que soluciono por muchísimo tiempo este aspecto.
La organización de llamemos “oficina”, la soluciono con dos burriquetas de 6 € cada una de pino virgen y un tablero abandonado de una remodelación vecinal de 2x 1,80 metros al que le adhiero un plástico que simula madera de roble, con lo que dispongo de una mesa de trabajo magnífica,en la que pongo una impresora comprada con una pequeña reparación a un vecino que me pagó regalándome la impresora.
Ya dispongo de mi ordenador reciclado, de mi impresora en pago de servicio con lo que soluciono el tema informático.
Las películas de vídeo que me regalan las almaceno en unas estanterías confeccionadas con una caja de zapatos y otra caja de no sé que producto tirada a la basura que forma mi minimalista biblioteca y videoteca.
Una pequeña coqueta de tres cajones sirve para guardar mi ropa interior limpia, las sábanas, calcetines y prendas pequeñas de abrigo.
Una mesita de tres cajones cumple la función de pequeño archivo de cosas útiles y en uso.
Otro mueble “bastardo” que cumple funciones varias… todos los muebles reciclados de la basura.
Cuando paseo, voy a la compra, o simplemente me socializo con el entorno, siempre estoy atento a lo que hay en las aceras.
Cuando disponía de esposa y hacienda, era ella la que disponía que muebles comprar, la moda marcaba el estilo y los diseños los ofrecían los almacenes… todos influían, menos yo.
Hoy, solo yo decido. Mi estilo: “minimalismo cásual” así con el acento en la primera “a”.
Voy por la calle, veo un mueble, lo examino con mirada crítica, me pregunto:
¿Cumpliría una función en mi beneficio?
¿Me vale como está ahora o necesita una transformación?
¿La reparación la puedo yo realizar?
Si hay respuesta afirmativa, cargo con él y si solapa otro mueble disponible, simplemente lo sustituye, si no lo complementa.
De suerte que mi “mesita archivo” ha sido complementada con una mesa de TV transformada en estantería superior que la ha dotado de mucha funcionalidad, sustituyendo ambas a una enorme cajonera de armario que cumplía deficientemente esas mismas funciones, he ganado sitio, organización, productividad e higiene.
Ni que decir tiene que si encuentro algo más adecuado, serán sustituidos.
Cuatro tablas canteadas blancas, debidamente ensambladas con tornillos, se convierten en una pequeña estantería de pared para mi aseo cotidiano, ya que no dispongo de armario de aseo.
Un clavo en la pared y un lazo de cuerda, se convierten en un útil sistema de almacenar mis cascos y tenerlos siempre a mano.
Una bandera nacional colocada en mi ventana que no dispone de cortinas, cumple varias funciones:
1.-Grita mi patriotismo.
2.-Tapa mi rostro a los vecinos de enfrente.
3.- Me alegra la vista y el espíritu con sus atractivos colores.
4.- Y sigue celebrando la copa mundial de futbol donde ganamos una estrella.
Mi organización de trabajo la cumple una bandeja de entrada de papeles a organizar, construida con la tapa de zapatos que me sirvió de videoteca.
Un dossier de papeles para reciclar de donde saco las hojas que por su anverso coloco en unas pinzas donde escribo las tareas a realizar en ese día. Otra caja de zapatos reconvertida en muy útil papelera. Y por supuesto un sillón (también reciclado de la basura) da forma a mi mini despacho.
Diferentes maletines (alguno de ellos reciclados y transformados en maletas de herramientas para mis diversas actuaciones en el marco del bricolage de asistencia a la comunidad…)
El armario no existe (de momento), su función la cumple un perchero de pared y una maleta grande de viaje.
No existe fondo de armario que gestionar con el proyecto 333, solo está lo que uso y cuando envejece es sustituida, de forma que siempre hay el mismo número de prendas. Esto no es de mi preocupación ¿Por qué?
Porque esto me recuerda constantemente que estoy de paso…
Y así quiero vivir, no deseo anclas… solo ser conciente que estamos de paso, vivir, ser felices debe de ser mi objeto de vida.
Un tablero agarrado a la pared sirve de cabecero de cama.
Otro tablero sobre unas burriquetas al que le he dotado de un revistero forma un conjunto útil para lo que tengo en uso.
La comida, es con la vajilla común y compartida con el resto, por supuesto elaborada por uno mismo, en mi caso equilibrada dieta mediterránea con productos de temporada.
Cuando me toque migrar de este zulo, quedarán atrás todo el mobiliario empezaré de cero, sin anclas al pasado (salvo cosas con aporte espiritual y lo útil para comenzar de nuevo) haré como los indígenas del amazonas, cuando el poblado se llena de parásitos, ante la imposibilidad suya de eliminarlos, simplemente abandonan todo y se van a fundar otro asentamiento.
Y en un rincón debidamente catalogadas e inventariadas, unas cajas conteniéndo cosas a eliminar en sucesivas oportunidades.

Comentarios

  1. Hola Avalon,

    Describiendo tu espacio vital, tocas varios puntos que darían para hablar largo y tendido.
    En primer lugar, aunque no mencionas la palabra "desapego" creo que está implícita en tu artículo. Lo importante es lo que experimentamos, lo que sentimos, las personas con las que nos relacionamos, etc. NO nuestras pertenencias. Como muy bien dices, si te tienes que ir de tu actual habitáculo a otro, empezarás desde cero, lo importante es lo que has vivido y no los muebles. Eso no es capaz de decirlo todo el mundo, el desapego a lo material es algo que todos deberíamos trabajar.
    También hablas en tu artículo de qué manera reciclas y reparas objetos que a otros no les sirven. En algunos países, sobre todo del norte de Europa, se ve algo normal usar cosas de segunda mano: muebles, ropa, etc. Aquí en España el reciclaje (usar cosas de segunda mano) no está muy bien visto todavía, aunque afortunadamente va cambiando poco a poco la mentalidad.
    Qué bien nos iría a todos si nos preocupáramos más por las personas y menos por las cosas materiales.

    Esperamos tu reportaje en video :)

    Un cordial saludo

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  2. Efectivamente amigo Luis José, es desapego, pero no la uso por la carga emocional negativa que puede tener tomada literal y de manera superficial.
    Pienso que lo fundamental es el desapego a lo material la esencia de toda esta filosofía que voy descubriendo por mi mismo día a día.

    Respecto al reportaje lo estoy planificando y en muy breve lo pongo, pero quiero que sea un reportaje digno para ofrecérselo a mis amigos, hoy en mi sitio, hemos amanecido con una gran tormenta de agua y un cielo gris plomizo que me da poca luz, quiero que sea luz natural de un día luminoso, por realzar el optimismo del reportaje.

    Gracias por tus comentarios que me animan a la tarea.

    ResponderEliminar
  3. Felicidades por tu revelador artículo, donde plantéas que hay un vía también para los desempleados, para vivir con dignidad, limpieza-orden, y la cabeza bien alta. El fin del trabajo no tiene que significar el fin de la vida vivible.

    También quiero plantear a ti y a Luis José, un dilema que tengo respecto al desapego. ¿Deberíamos también sentirlo con las personas, para que sea más sencillo el fin de una relacion personal que nos daña? ¿O por el contrario como el indio que lleva consigo su hacha, caballo y tribu, podemos llevar con nosotros a las personas y objetos, que nos permiten ser y vivir? ¿Acaso el hacha, la pluma o el ordenador no se convierten en una prolongación tecnológica de nuestro cuerpo, con casi el mismo valor que nuestros dedos, pies o cuello?

    Saludos, y ánimo con el video Avalon
    Paco

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  4. Gracias por tu comentario amigo Francisco, desde mi punto de vista, el desapego lo hago a todas las circunstancias que me esclavicen y me impidan el desarrollo de mi persona y por ende mi felicidad.

    Los elementos materiales no pueden ser una prolongación de nuestro cuerpo, lo he comprobado por mi mismo como casi todo, que es experiencia vivida, después de décadas de usar una lavadora, ahora llevo cinco años lavando a mano, sin ningún problema ni causarme ningún trauma, todo de manera sencilla y natural. Lo que a los demás les parece imposible, realmente no tiene ninguna relevancia.

    Ni los objetos, ni las personas, desde mi punto de vista nos deben condicionar el ser o el vivir, pues lo mismo que nacemos solos y también morimos solos nosotros ¿Por qué hemos de vivir la vida de otra persona? Mejor vivir nuestra vida, compartirla, navegar, junto a la persona que lo merezca y quiera.
    Hoy día no se considera correcto (al menos aquí en España) el creerse que la otra persona te pertenece…se piensa que es libre y dueña de su cuerpo, bien, de ese modo ¿Cómo va ha determinar tu ser? Tú solo eres tú mismo.

    Respecto al video, ya lo tengo montado y editado, pero los elementos tecnológicos me están dando problemas ¡pero lo conseguiré!

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